Itinerarios arqueológicos

El parque arqueológico de Segesta està a media hora en coche desde Trápani. La antigua ciudad está en un lugar muy sugestivo. Lo que atrae mayormente es el templo dórico del siglo V a.C. en perfecto estado de conservación y que se erige afuera de los antiguos muros y el teatro encima del Monte Barbaro, en parte excavado en la roca y todavía hoy utilizado para representaciones. Acerca hay las termas de Segesta: manantiales con extraordinarias propriedades terapéuticas.

Selinunte surge a lo largo de la costa occidental; fue la antigua rival de Segesta que quiso siempre tener una desembocadura hacia el mar. El parque arqueológico ocupa una superficie de setenta hectáreas sobre una altura calcárea: la acrópolis estaba en la parte a pico sobre el mar, el pueblo en lo interior. El complejo monumental incluye unos diez templos sobre la colina oriental, cerca de la acrópoli en la que le dicen área sacra occidental. Es imposible describir la vista de Selinunte al anochecer, cuando los restos de la antigua ciudad griega se enrojan y su perfil se recorta sobre el cielo.

Mozia (conocida también como Mothia, Motya), hoy San Pantaleo, es una isla de lo Stagnone de Marsala, en la provincia de Trápani. En la isla estauve la antigua ciudad fenicia que tuve el mismo nombre. La isla está enfrente a la costa occidental de la Sicilia, entre la Isola Grande y la tierra firme y pertenece a la “Fondazione Whitaker

Si la orígen de Érice se pierde en las nieblas del tiempo, caminando por las pequeñas calles con guijarros del burgo medieval encima del Monte San Giuliano, muchos son las señales, los símbolos y las leyendas nacidas más antes de los Púnicos y de los Romanos que aquí erijeron un santuario dedicado a la dea de la hermosura y del amor. En Érice es fácil perderse entre mil escorzos, fortificaciones, iglesias antiguas (la Matrice y Santa Orsola), conventos, tiendas artesanales (se producen cerámicas, alfombras, dulces típicos), pineda y jardinos y después perderse en panorámas que cortan la respiración hacia las islas Égadi, lo “Stagnone”, las salinas y los campos cultivados de toda la provincia de Trapani.

Dicen que el barco púnico se hundió en el siglo III a.C. en el curso de la batalla de las islas Égadi (241 a.C.) y su relicto fue hallado en 1971 por una misión inglés en el mar adentro de la isla “Lunga” en la albufera de lo “Stagnone” de Marsala. La línea esbelta y las características del hondo de la carena nos dicen que eso fue un barco de combate de remos, larga 35 metros y con 68 personas a los remos; se pueden ver sólo la popa y el flanco. Los signos alfabéticos fenicio-púnicos, tallados en la madera, consentiron de conocer la técnica de construcción naval de los oficiale púnicos conocida a travé de las fuentes clásicas (Polibio, Plinio).
Itinerarios naturalísticos

Las salinas son un lugar muy importante para mil aves en su migración en otoño y en primavera; así la zona es de grande interés ornitológico. Son 208 las especies de aves que se han registrado hasta hoy. Entre las especies registradas hay el avetoro común, la garzeta común, la garceta grande, la espátula, el flamenco, la avocetta (símbolo de la reserva), la gaviota picofina, el martín pescador. Las salinas por su grande valor ambientál están bajo distintos vínculos de tutela, porque la zona húmeda de la reserva de las “Saline di Trapani e Paceco” está ente los que llaman sitios de interés para la comunidad.

La “Riserva Naturale Orientata dello Zingaro” es una reserva dirigida por la “Azienda Regionale Foreste Demaniali della Regione Sicilia”; se extiende por 7 kilómetros de costa y en su interior se pueden hallar maravillas como “Cala Tonnarella dell’Uzzo”, “Cala Marinella”, “Cala Beretta” y otras preciosas playas. La costa de lo “Zingaro” es uno de los poquísimos tratos de costa que no tiene una carretera ribereña sino senderos.

La “Reserva Naturale Isole dello Stagnone” incluye toda la albufera delimitada por la Isla “Grande” o “Longa”, con tre pequeñas islas en su interior, “Mozia”, “Santa Maria” y “Schola”. Es la albufera más grande en Sicilia y es un ambiente de grande interés por su naturaleza con paisajes sugestivos. En las salinas se producen todavía el sal con métodos tradicionales. Casi a tre kilómetros a Norte de lo histórico embarcadero, en Birgi Nivaloro, se halla el antigua carretera, que le dicen “strada punica”, bajo del nivel del mar.

La “Area Marina Protetta delle Isole Egadi” hoy es la más extensa en Europa y comprende las islas Favignana, Levanzo y Marettimo y los ecollos de Maraone y Formica. Los fondos del archipiélago tienen agua de cristál y una extensión de posidoniaen casi todo el paesaje marino sumergido. Esto precioso ecosistema es un lugar ideal para la reproducción de muchas especies de pescado. Se pueden hallar gorgonias rojas y amarillas, esponjas y colonias de antozoos como el falso coral. Algunos pescadores han visto unos espécimenes de foca monje.
Itinerarios eno-gastronómicos

Para quien viaja, La Sicilia es una tierra de emociones, un lugar donde la historia se fusiona con el mito, la natura es muy generosa y la cultura es el fruto de la fusión de grandes civilizaciones. Desde el 2005 la Sicilia tiene un nuevo patrimonio, La Ruta del Vino y de los Sabores Érice Doc, un percurso entre Érice, Trápani, Segesta y Mozia donde se pueden hallar testimonios históricos únicos en el mundo, escorzos de rara hermosura y yacimientos eno-gastronómicos para escubrir. Hoy la Ruta recoje unas empresas privadas interesantes: turismos rurales de excelencia, “resort” de lujo, restaurantes típicos, bodegas y preciosos intérpretes de la artesanía local.

Los molino de viento y los largos de la Ruta del Sal se recortan sobre los anocheceres entre lo más románticos. La costa entre Trápani y Marsala toma contornos fantásticos que desarman el alma con las fuertes emociones que provocan. Los itinerarios turísticos para visitar las salinas se serpentean por los terraplenes de los largos y, caminando por los bordes de esos que resplandecen por la cristalización del sal, llegan donde hay molinos de viento restaurados, recuerdos del tiempo cuando fueron instrumento para bombear agua y moler el sal. Paseando es posible ver el vuelo de las aves que migran y que hallan casa en este territorio y en particular en el ambiente de la “Riserva dello Stagnone di Marsala” donde, como en un maravilloso escenario, se muestran a nuestros ojos la misteriosa isla de Mothia (cuna de la civilización de los Fenicios y de los Púnicos de Sicilia) y los molinos de viento y las salinas con los montones del sal que es protagonista del territorio de la costa en la provincia de Trapani.
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